Al enemigo ni agua...

Al enemigo ni agua…

Hola a todos, os escribo desde Vitoria para comentaros una noticia aparecida en el Diario de Álava de hace unos días. La verdad es que han sido un par de artículos los que me han llamado la atención.
En el primero de ellos, aparecían unas declaraciones vertidas al medio por un personaje que es representante sindical de ELA en la Policía Local de Vitoria.
Este individuo comentaba un poco por encima el proceso selectivo que recientemente ha tenido lugar para la incorporación al cuerpo de 75 nuevos miembros y entre otras cosas analizaba, la formación que iban a recibir los 75 nuevos Agentes.
Comentaba que esa formación no era del todo adecuada ya que era una formación adaptada a la Policía Autónoma, en la cual, el carácter asistencial del que se debe revestir cualquier Policía Local quedaba muy difuminado ya que se instruía a los nuevos Agentes en un trato que distaba mucho del mencionado anteriormente. Según su punto de vista, se les enseñaba a los Agentes un trato al ciudadano y una forma de intervenir demasiado severa, protocolarizada y represiva. Añadía además, que ese no era el papel de un Policía Local; que debía mostrarse mucho más permisivo y enfatizar con el ciudadano para poder comprender sus problemas y poder así ayudarle.

En las segundas declaraciones de este sujeto que tuve la desgracia de leer, comentaba el malestar surgido en la Policía Local de Vitoria, a raíz de la decisión tomada por la dirección de la Academia de Policía del País Vasco en relación a no permitir a los Agentes en periodo de formación de las Policías Locales pernoctar en esta Academia; limitando esta posibilidad únicamente a los Agentes en prácticas de la Policía Autónoma Vasca.
Aprovechaba la ocasión para comentar que sería muy bueno poder contar con una Academia propia con personal “de la casa” para instruir a los aspirantes y poder darles así una formación más adaptada a las necesidades de un Policía Local. Para poder imprimir mejor ese carácter asertivo y comprensivo que requiere el desempeño de las tareas de la Policía Local.

Después de leer estos artículos y valorarlos un poco, me invadió una gran tristeza y desilusión, a parte de un cabreo bastante significativo. Porque claro, que un señor se autoerija en portavoz de la Policía Local, aún representando a un sindicato, y que haga este tipo de manifestaciones es bastante preocupante, porque al final, es un señor hablando en un medio de comunicación público, hablando de algo que desconoce por completo y que le importa tres pitos. Gracias a Dios, no tiene ninguna responsabilidad dentro de la escala de mandos de la empresa.
Exactamente ¿Que narices pretende señor Rolan?, ¿Qué tipo de policías pretende que seamos los policías locales?, ¿Qué fin persigue criticando y desprestigiando con sus palabras a otros Cuerpos policiales y a otras Instituciones?, ¿Qué desea, sembrar la animadversión mutua entre compañeros?, ¿Por qué se empeña en echar mierda a diestro y siniestro?
La gente como él no tiene ningún derecho a opinar sobre la adecuación o no de la formación que recibimos los Agentes en la Academia, principalmente porque no tiene ni puñetera idea de lo que hay en la calle, porque hace años que ni siquiera desempolvan el uniforme, porque son de la gentuza que piensan, por ejemplo, que el grupo de Radiopatrullas somos el saco de la mierda y que hasta el más inútil puede hacer un buen papel esta especialidad de la Policía porque, según él hace falta muy poca preparación para desempeñar esta labor. Claro, él es Policía Local adscrito a una unidad casi de segunda actividad y encima liberado por motivos sindicales. Es decir, que no sale a la calle más que para comprar el pan.
Por este mismo motivo, él y la gente como él, tampoco pueden valorar las necesidades de medios técnicos que se precisan en el desempeño de las labores de Seguridad Ciudadana, ni tampoco son los que deben decidir si nos ponemos un buzo de uniforme o un pantalón de tergal para trabajar, …etc.
Pues curiosamente son los únicos que se encargan de tomar este tipo de decisiones; ellos y los cuatro lameculos de turno cuya única ocupación es alabar cualquier decisión que toma la Jefatura.
Dentro de este grupo de oportunistas, por supuesto, se encuentran sindicalistas liberados cuyo único fin es conseguir mejoras salariales ya que son las únicas de las que ellos podrán disfrutar mientras sigan ejerciendo de “representantes”; para qué se van a esforzar en conseguir mejoras de medios materiales para una mejor prestación del servicio, si les da lo mismo; si ellos no lo van a notar. Los mandos cuya única aspiración es escalar puestos a toda costa y que tampoco muestran demasiado aprecio por sus subordinados a los que complican la existencia con tal de satisfacer las estadísticas. Y los políticos de turno cuya única preocupación es tener a su disposición una Policía que no de problemas y que no haga mucho su trabajo para que la gentuza no se queje mucho y les dejen tranquilos.

Por si esto fuera poco, toda esta cuadrilla de borregos se permiten poner a parir y despotricar de otros Cuerpos policiales con el único propósito de autojustificar su propia incompetencia y desprestigiar cualquier cosa que a su juicio pueda hacerles sombra; en vez de ver en otros uniformes a compañeros, se empeñan en ver enemigos a los cuales no hay que darles ni agua y con los que mucho menos hay que colaborar porque eso significa quitar el trabajo a esta Policía. Y lo peor de todo es que se esfuerzan en hacer que las nuevas promociones lo vean de igual forma. ¿Qué se puede esperar de personajes como estos? A mi no es la primera vez en la que compañeros e incluso superiores me han recriminado el parar a interesarme por compañeros de otros Cuerpos que se encontraban interviniendo y ofrecerles mi ayuda. En vez de felicitarte y animarte a seguir haciéndolo porque hoy lo pueden necesitar ellos, pero mañana lo podemos necesitar nosotros; te dicen que qué haces allí con ellos cuando es una intervención que están llevando ellos, que al enemigo no se le da ni agua, …etc.

Este tipo de reacción es de locos, ¿Por qué motivo no voy a parar mi coche patrulla para ofrecerle ayuda a una patrulla de otro Cuerpo policial cuando pueden necesitarla?, ¿Por qué motivo no voy a compartir una información sobre un hecho delictivo del que tenga conocimiento con otros Cuerpos, cuando podemos ser más efectivos los que intentemos dar caza a un criminal?; y no hablemos de las situaciones de especial riesgo en las que ser conocedor de una información puede ayudarte a salvar el cuello. No lo entiendo; si el enemigo no son los otros Cuerpos policiales. El enemigo son los “malos”, los que llevan a cabo conductas recogidas en el Código Penal. Esos son los enemigos y contra los que hay que batallar.
Como quien dice, acabo de llegar al “sindicato del metal” y cada día entiendo menos todo esto. No conozco muchas profesiones más; pero dudo que haya otra tan bonita como esta y en la que tengas que luchar tanto porque te dejen hacer tu trabajo.

Muchas gracias por vuestra atención y ánimo “compañeros”. Un saludo a todos.

Fdo. Espartano.