USECNETWORK // LIVECOP ... Nueva etapa y nuevos contenidos. - para acceder pinchar sobre la imagen de logotipos -

miércoles, 12 de noviembre de 2008

SENTENCIAS DE MUERTE EN "PGP" - SISTEMA DE CODIFICACIÓN "PGP" Pretty Good Privacy (Bastante buena privacidad) -



La muerte se escribe en PGP.

ETA cifra sus mensajes secretos con un programa informático inventado en la 'guerra fría' por un antimilitarista de EE UU.

ÓSCAR B. DE OTÁLORA

Las penas de muerte que ETA había encargado ejecutar al 'comando Nafarroa' desarticulado el pasado 28 de octubre estaban escritas en una memoria portátil escondida en la campana de extracción de aire de una cocina. Pero descubrir el pequeño 'pendrive' no fue suficiente para saber qué personas estaban en el punto de mira de la banda. Los etarras habían escrito sus sentencias de muerte en PGP, el sistema de codificación informático que emplea la organización desde hace años y que se ha convertido en un quebradero de cabeza para las fuerzas de seguridad.

Este programa no es un sofisticado dispositivo ni es difícil de conseguir. Por el contrario, es totalmente gratuito y se puede descargar de Internet en apenas unos minutos. Su uso no es más complicado que las instrucciones de un teléfono móvil. Desde hace más de una década, ETA emplea el PGP, iniciales de Pretty Good Privacy (Bastante buena privacidad) en la mayoría de sus comunicaciones.

Es un invento surgido de la 'guerra fría' y de los movimientos antinucleares. Su creador, Phil Zimmermann, formaba parte de los colectivos antimilitaristas norteamericanos; en especial, de aquéllos dedicados a reclamar la no proliferación de armas atómicas. A mediados de los 80 llegó a estar en la cárcel junto con el científico Carl Sagan o el actor Martin Sheen tras ser detenido por sus protestas contra el campo de pruebas nucleares de Nevada, en EE UU.

Zimmermann, experto informático, desarrolló entonces un algoritmo -un complejo modelo de operaciones matemáticas- en el que se basa el PGP. En coherencia con sus planteamientos libertarios, no patentó su hallazgo, sino que lo hizo público y lo divulgó gratuitamente en 1991. Esta decisión hizo que el Gobierno norteamericano le demandase por no respetar las leyes de exportación del país, aunque al final ganó el juicio. Desde entonces, el PGP se ha extendido por el mundo y se ha convertido en uno de los sistemas de cifrado más utilizados.

Es paradójico que, a la hora de defender sus bondades, Zimmerman lo promociona aún como una medida capaz de garantizar los derechos y las libertades. En su página 'web' incluye presuntos testimonios de personas que han sido perseguidas por regímenes totalitarios en Europa central o en países del Este y que se han servido de ese manual para luchar contra la opresión. Sin embargo, no menciona los grupos terroristas que lo emplean para poder asegurarse una mayor clandestinidad a la hora de cometer sus acciones, como es el caso de ETA. El creador, por contra, defiende un tipo de proyectos más cercanos al anarquismo o el liberalismo más exacerbado. En este sentido, en sus escritos se denuncian los intentos de la administración de George W. Bush por controlar el mayor número de sistemas de comunicación entre ciudadanos. «Si la privacidad está fuera de la ley, sólo los que están fuera de la ley tendrán privacidad», resume el informático.

Más de una década

ETA usa este sistema desde hace más de una década. En un manual de 2001, la banda dedica varias páginas a instruir a sus militantes en este tipo de redes de comunicación, aunque dedica un capítulo especial al PGP. El autor, que demuestra en todo momento un profundo conocimiento de informática y criptografía, da una serie de directrices sobre el funcionamiento, pero también llega a dudar sobre su efectividad.

La base en la que se sustenta el códice norteamericano es una concepto conocido como criptografía asimétrica. Explicado de una forma sencilla, se basa en la existencia de una doble clave. Una 'pública' -es decir, que conocen las personas que se envían los mensajes o guardan los archivos- y otra privada, que está dentro del propio programa informático.

ETA da una serie de consejos a sus militantes sobre cómo elegir las claves. «El nombre de tu compañer@, la fecha de nacimiento y contraseñas por el estilo son las más sencillas de encontrar. Las mejores contraseñas son las que utilizan una frase, y mejor aún si sólo contiene signos de puntuación o combinaciones especiales de teclas en lugar de signos alfanuméricos», afirma el manual de la banda. Además, les proporciona una serie de consejos, como guardar las claves en disquetes informáticos y no en el ordenador, y les instruye sobre la protección contra virus informáticos que espían la información digital almacenada. En la práctica, según las fuentes consultadas, los miembros de ETA siempre eligen estrofas de canciones en euskera como clave.

El sistema de Zimmermann, por ejemplo, protege el contenido de las conversaciones entre la organización y el Gobierno desarrolladas en 2006. Cuando la Policía gala detuvo al presunto intermediario de la banda Jon Iurrebaso, encontró un 'pendrive' que no ha podido ser descifrado. Los documentos de la cúpula etarras sobre la extorsión a empresarios también estaban encriptado con el invento americano. Que estos documentos puedan ser descifrados depende de varios factores; entre ellos, los programas informáticos que ya existen para descodificar mensajes.

Administrador de llaves

Según un experto de las fuerzas de seguridad, para que el empleo del PGP sea eficaz en una organización es necesario que en algún nivel de la estructura exista una persona que controla todas las llaves. «Sin un administrador de las claves, es muy fácil que se pierdan documentos al olvidar una contraseña. Para que el sistema sea eficiente», continúa el experto, «tiene que tener una memoria única que controle todas las informaciones para evitar que una parte importante de la información se destruya».

Sin embargo, toda esta tecnología se enfrenta a veces con el factor humano. En diciembre de 2003, la Policía gala detuvo al que había sido jefe militar de ETA, Ibon Fernández de Iradi, 'Susper'. En su ordenador se encontraron documentos que permitieron detener a 164 personas, además de conseguir valiosa información sobre actuaciones de la organización terrorista. No hubo ningún problema para descifrar los archivos. 'Susper' había escrito las claves en un papel y las guardaba en su mesa trabajo.

Excelente artículo de Oscar Beltrán de Otalora...

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20081111/politica/muerte-escribe-20081111.html

Saludos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Haz tu comentario y participa

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.