Pillados... por la cara.
El psicólogo forense canadiense Stephen Porter, de la Universidad de Dalhousie, ha comprobado que
nuestro rostro no sabe mentir y ha ideado un método para detectar eficazmente el engaño.
“La
cara y su
musculatura son muy
complejas, mucho más que ninguna otra parte del cuerpo”, explican el autor y sus colaboradores en un estudio que publica la revista
Psychological Science en su último número. Eso implica que hay muchos músculos que no podemos controlar, y que por lo tanto no activamos cuando intentamos simular un falso sentimiento.
En concreto, Porter ha analizado los gestos que identifican las
cuatro emociones universales (tristeza, felicidad, enfado y miedo) en los rostros de decenas de voluntarios, a los que filmó en video mientras se les mostraba una imagen (por ejemplo, niños jugando) y se les pedía expresar con gestos una emoción contradictoria (por ejemplo, miedo). El resultado fueron más de
100.000 fotogramas que el investigador estudió uno a uno, demostrando que nadie es capaz de falsificar completamente sus emociones. Según Porter, siempre aparecen
“microexpresiones” en la cara que delatan los verdaderos sentimientos. Saber detectarlas será de gran ayuda “en
interrogatorios policiales,
controles de seguridad en aeropuertos y
juzgados”, asegura.
El investigador también ha comprobado que
la emoción más fácil de falsificar es la felicidad. Sin embargo, resulta muy difícil que nuestro rostro simule con éxito el enfado o el miedo.
Los resultados de Porter confirman una hipótesis formulada por
Charles Darwin en 1872 en
Las Expresiones de las Emociones en el Hombre y los Animales, donde el científico aseguraba que “cuando un hombre está enfadado, o incluso enfurecido, puede dominar los movimientos de su cuerpo, pero los músculos de la cara obedecen menos a la voluntad, y pueden delatar una ligera y pasajera emoción [...]”.
http://www.muyinteresante.es/salud/pillados-.-por-la-cara.htmlhttp://forensiclab.psychology.dal.ca/Site/Steve_Porter.html Los gestos de la cara regulan los sentidos.
¿Por qué cuando algo nos da miedo abrimos los ojos y la boca y dilatamos las alas de la nariz? Según un estudio de la Universidad de Toronto, estos gestos faciales son universales y cumplen una importante función: agudizar nuestros sentidos.
En un artículo publicado hoy en la revista
Nature Neuroscience, el investigador canadiense Joshua Susskind explica que, cuando sentimos
miedo, los movimientos de nuestro rostro nos permiten
ampliar el campo de visión y
mover los ojos más rápido, así como detectar objetos alejados que no apreciaríamos en una situación normal. Además, Susskind ha demostrado que los gestos de terror y de sorpresa
aumentan el volumen de aire que inspiramos gracias a un ensanchamiento de los conductos nasales.
Por el contrario, cuando la persona detecta algo que considera
repugnante, los ojos se cierran, la boca se contrae en una mueca y se reduce el volumen nasal, todo ello con el fin de
reducir la percepción desagradable que tenemos del mundo exterior. En otras palabras, nuestra “cara de miedo” aumenta la cantidad información que reciben nuestros sentidos, mientras que la respuesta facial al asco la disminuye. Y esos gestos, según ha comprobado Susskind, son universales.
Los resultados del nuevo estudio apoyan la hipótesis de Charles Darwin, quien sugería que los gestos no son configuraciones arbitrarias para la comunicación social, sino que se originaron para
regular la relación entre los sentidos y el mundo físico.
http://www.muyinteresante.es/ciencia-natura/los-gestos-de-la-cara-regulan-los-sentidos.htmlE
stamos programados para reaccionar ante ciertos estímulos y no podemos evitarlo... no se puede luchar contra miles de años de evolución (la frase no es mía) , puedes intentar evitar la reacción en ciertos momentos, con premeditación, pero ante una circuntancia espontánea el cuerpo funciona "solo" y no te pregunta si hay que evitar la reacción no deseada.
Saludos...